¿Alguna vez te han dicho que debes poner tu mano en la cara de un perro para que te conozca? ¡Es hora de desmitificar esa idea! Este primer acercamiento puede resultar irrespetuoso y amenazante para el perro, violando su espacio personal. Conocer a un perro por primera vez es un momento crucial y, si no se hace correctamente, puede dar lugar a malentendidos.
El error común al ofrecer la mano
Un mito muy extendido es que debemos dejar que el perro huela nuestra mano antes de cualquier otra interacción. Según la especialista en comportamiento animal, Lic. Cynthia Helguero Cárdenas, esto no siempre es la mejor estrategia: “Aunque se piensa que ofrecer la mano para que el perro la huela ayuda a que nos conozca, en realidad puede ser percibido como una invasión a su espacio personal”, explica.
Los perros no necesitan que acerquemos nuestra mano directamente a su nariz para interpretar nuestras intenciones. En lugar de ello, lo más recomendable es permitirles tiempo y espacio para acercarse a su ritmo.
Cómo acercarse a un perro por primera vez
Uno de los errores más comunes al interactuar con un perro por primera vez es el contacto visual prolongado o un acercamiento directo. La Lic. Helguero subraya que “el acercamiento frontal, con contacto visual directo y fijo, puede interpretarse como una actitud dominante o invasiva, lo que puede intimidar al perro y provocar una reacción negativa”. En su lugar, debemos mantener una postura relajada y permitir que el perro sea quien decida si quiere interactuar.
Cómo leer el lenguaje corporal de los perros
Los perros se comunican mayormente a través de su cuerpo, por lo que aprender a interpretar su lenguaje es esencial. Las señales como la rigidez en su postura, una cola tensa o las orejas hacia atrás son indicativos de que el perro podría sentirse incómodo.
“Si un perro está relajado, se acercará a olerte y puede que busque contacto”, aclara la especialista. Sin embargo, movimientos bruscos o cambios de energía podrían hacer que se ponga nervioso o se retraiga.
Cómo identificar señales de incomodidad o miedo
Es importante aprender a leer los signos de incomodidad en los perros. Si un perro intenta huir, esconderse detrás de su tutor, evita el contacto visual o se lame excesivamente, es probable que esté sintiendo miedo o ansiedad. Otras señales más visibles pueden ser ojos entrecerrados, pelo erizado o incluso mostrar los dientes o gruñir.
“Lo mejor es mantener una actitud calmada, evitar movimientos bruscos y no hablar en exceso, ya que un tono ansioso o excitado puede ser malinterpretado por el perro”, recomienda Helguero.
Señales de miedo o incomodidad: lo que debes observar
No todos los perros se sienten seguros en presencia de extraños, y es vital identificar las señales de incomodidad. Según la Dra. Helguero, si un perro intenta alejarse, se esconde, evita el contacto visual o muestra signos de estrés como lamerse de manera excesiva, es probable que esté ansioso o asustado.
Ante estas señales, lo mejor es adoptar una actitud tranquila, hablar en un tono bajo y evitar gestos exagerados.
La importancia de la socialización temprana en perros
La socialización es clave para que un perro aprenda a sentirse cómodo en diversas situaciones. Un perro que ha sido expuesto a distintos entornos y personas desde temprana edad tenderá a ser más seguro y abierto en sus interacciones con extraños. La Dra. Helguero recalca que “un perro que confía en su tutor y ha recibido entrenamiento en obediencia será menos propenso a sentirse nervioso o reaccionar mal ante desconocidos”.
Consejos prácticos para una interacción segura con perros
Mantén la calma: Tu energía influye en cómo el perro percibe la situación. Evita movimientos rápidos o cambios bruscos en el tono de voz.
Deja que el perro se acerque a ti: No lo fuerces ni te acerques rápidamente.
Evita miradas fijas y acercamientos frontales: Un acercamiento relajado y lateral es menos invasivo.
Observa su lenguaje corporal: Si el perro muestra señales de incomodidad, dale espacio.
