El Dr. Renato Villalobos destaca la importancia de una dieta especializada para combatir la obesidad y regular la glucosa en felinos diabéticos
La diabetes mellitus tipo II es una de las endocrinopatías más comunes en gatos, especialmente en aquellos con sobrepeso. Para cuidar de un felino con esta condición, es fundamental asegurarse de que siga una dieta especialmente formulada para reducir el peso de manera saludable y limitar la carga glucémica. Según el doctor Renato Villalobos, experto en salud animal, más del 90% de los casos de diabetes en gatos corresponden a la tipo II, siendo mucho más frecuente que la tipo I.
El veterinario destaca algunos factores clave que predisponen a los gatos a desarrollar diabetes tipo II, como la edad avanzada, el sexo masculino, la falta de actividad física, y el sobrepeso. Villalobos hace un llamado a los dueños para estar atentos a estas señales y tomar medidas preventivas.
“Es la más común en gatos y todos los colegas lo saben, pero puede estar subdiagnosticada”, manifiesta el veterinario.
Señales de alerta
Los gatos con diabetes tipo II suelen mostrar señales como sed excesiva y un aumento de peso, especialmente en aquellos que han sido castrados y tienen más de 10 años. Esta enfermedad se parece mucho a la diabetes en humanos, ya que provoca un exceso de glucosa en sangre, lo que puede afectar los riñones, los ojos y causar pérdida de peso si no se controla adecuadamente.
“Yo he dado muchas charlas para manejar esta enfermedad desde un punto de vista dietético. A través de la alimentación del felino, podemos mejorar la situación de la glucosa circulante en sangre, evitando así la aplicación de insulina”, manifiesta el doctor.
El impacto de la obesidad
La obesidad es un factor de riesgo importante. En gatos con sobrepeso, los niveles de adiponectina, una hormona que incrementa la sensibilidad a la insulina, tienden a disminuir. El aumento de ácidos grasos libres intracelulares compite con la glucosa, inhibiendo la piruvato quinasa y provocando un aumento de ciertos metabolitos como diacilgliceroles y ceramidas. Estos cambios metabólicos conducen a una menor sensibilidad a la insulina, favoreciendo el desarrollo de diabetes tipo II.
Cuidando a un gato diabético a través de la nutrición
El tratamiento nutricional para la diabetes mellitus en gatos debe centrarse en ofrecer un alimento muy palatable que promueva una ingesta constante, especialmente cuando se administra insulina, para mejorar la regulación de la glucemia. Una dieta alta en proteínas, baja en almidón y con un contenido adecuado de fibra es fundamental para disminuir la hiperglucemia posprandial.
“Recomendamos una nutrición natural efectiva, preparada en casa y balanceada por el médico veterinario, que permite volver a las raíces de la cocina casera. Esto ayuda a alcanzar niveles de glucosa permisibles, eliminando la necesidad de inyectar insulina”, explica Villalobos.
Además, una alimentación que incluya proteínas de calidad, grasas saludables (como el Omega 3) y fibras ayudará a mantener estables los niveles de glucosa en los gatos diabéticos. Las combinaciones de carnes, verduras y cereales como la quinua, junto con fibras como lentejas y grasas saludables como el aceite de pescado, pueden ser parte de una dieta efectiva.
Cuidados diarios para mejorar la calidad de vida
El éxito en el cuidado de un gato con diabetes depende en gran medida de la constancia en el seguimiento de su dieta y la monitorización de sus niveles de glucosa. Villalobos destaca que mantener una rutina alimenticia adecuada y monitorear el estado general de salud del felino es fundamental para evitar complicaciones graves a largo plazo.