Un problema frecuente en felinos mayores que avanza de forma silenciosa
La enfermedad renal crónica (ERC) es una de las patologías más comunes en gatos adultos mayores. Su inicio suele ser silencioso, lo que retrasa el diagnóstico y complica su manejo clínico.
Los signos clínicos más frecuentes incluyen letargo, hiporexia, pérdida de peso y aumento tanto en la ingesta de agua como en la micción.
¿Cómo se aborda la enfermedad renal crónica felina?
La ERC en gatos es una condición progresiva e irreversible. Salvo que se identifique una causa subyacente tratable —como una infección bacteriana renal— el tratamiento se orienta a:
- Apoyar la función renal.
- Reducir el daño adicional.
- Tratar complicaciones secundarias.
- Ralentizar la progresión de la enfermedad.
La médica veterinaria Sara Isabel Sierra indica que la evaluación clínica no debe limitarse a la creatinina. Para obtener una visión integral de la función renal, es necesario considerar otros parámetros:
- Capacidad de filtración.
- Producción hormonal.
- Selectividad de electrolitos.
- Calidad de la orina.
- Imagenología renal.
- Presión arterial.
¿Por qué los gatos son más propensos a la ERC?
Sierra explica que los riñones de los gatos están menos desarrollados en comparación con los de otras especies. “Tienen menos unidades funcionales, son carnívoros obligados y consumen menor cantidad de agua. Debido a eso, sus riñones sufren un ataque constante y silencioso que los predispone a enfermedades renales”, detalla.
Principales signos clínicos
Entre los signos más observados en pacientes felinos con enfermedad renal crónica se encuentran:
- Aumento del consumo de agua.
- Disminución del apetito.
- Pérdida de peso.
Sierra aclara que, si bien es difícil medir cuánta agua consume un gato, el control de peso corporal es un buen indicador clínico. “Los gatos que ya han perdido peso al momento del diagnóstico suelen tener un pronóstico más reservado que aquellos que mantienen una condición corporal estable”, señala.
Rol de la nutrición en el tratamiento
Cuando la enfermedad se detecta en etapas tempranas, las intervenciones nutricionales pueden tener un efecto positivo importante. Existen dietas formuladas específicamente para gatos con ERC que presentan:
- Menor contenido de proteínas, fósforo y sodio.
- Mayor aporte energético.
- Inclusión de antioxidantes y ácidos grasos omega-3.
Recomendaciones clínicas
Sierra recomienda controles médicos regulares tanto en gatos jóvenes como adultos. En pacientes adultos, se sugiere realizar chequeos semestrales.
Estos controles deben ser completos e incluir pruebas como:
- Ecografías.
- Ultrasonidos.
- Exámenes de laboratorio.
La detección temprana permite intervenir a tiempo y mejorar el pronóstico.
La enfermedad renal crónica es una patología frecuente en gatos, especialmente en la etapa geriátrica. Su desarrollo silencioso exige una vigilancia médica continua y un abordaje clínico integral. La evaluación completa y los controles periódicos son fundamentales para ofrecer una mejor calidad de vida a los pacientes felinos.