La llegada de un bebé es un evento emocionante, pero también puede ser desafiante para las mascotas. Preparar a tu perro con anticipación es clave para garantizar una transición armoniosa. La Lic. en Psicología y educadora canina Cynthia Helguero Cárdenas comparte consejos esenciales para que tu mascota y tu nuevo bebé convivan en armonía desde el primer día.
Anticipa los cambios en la rutina
Realiza los ajustes necesarios en las actividades diarias de tu perro antes de la llegada del bebé. Cambia horarios de paseos, alimentación y tiempo de juego con antelación para evitar que tu mascota asocie estos cambios con el nuevo miembro de la familia.
Fomenta la obediencia y el respeto
Enséñale a tu peludo los límites de acceso a los espacios y accesorios del bebé. Esto incluye identificar qué lugares y objetos son permitidos para él y cuáles no. Reforzar la obediencia básica ayudará a crear un ambiente seguro y controlado.
Mantener una buena comunicación
Es fundamental hacer que se sienta parte de este momento. Aunque no entienden todo lo que verbalizamos, sí pueden interpretar nuestro lenguaje corporal, gestual y emocional para dar sentido a nuestras palabras, lo que ayuda a prepararlos para la llegada del bebé. La claridad en lo que quieres, en lo que le permites y donde están los límites será de gran importancia
Introduce gradualmente olores y sonidos
Familiariza a tu perro con los olores y sonidos asociados al bebé antes de su llegada. Puedes usar productos como colonias para bebé, mantas o juguetes. Además, reproduce sonidos de llanto a bajo volumen durante actividades agradables, como la hora de comida o el juego, para que los asocie con experiencias positivas. Puedes usar snacks de su agrado y crear “mini sesiones de entrenamiento” en la cual adaptarás esos sonidos y olores nuevos asociados al comportamiento que quieras lograr
Además, es útil familiarizar al perro con un bebé de juguete para mostrarle cómo se cargará al bebé, ya que en la naturaleza esta conducta puede parecer invasiva. Esto también puede practicarse en los momentos de descanso, para que su conducta no sea invasiva cuando vea al bebé alimentarse o incluso descansar en el pecho y acostumbrarlo a no treparse encima.
Prepara un encuentro tranquilo
El día que el bebé llegue a casa, asegúrate de que tu perro esté relajado y haya tenido su paseo habitual, que esté previamente con sus controles veterinarios, vacunas, desparasitaciones e incluso baño realizado para que se encuentre en óptimas condiciones de salud. Es importante analizar quién podrá ser responsable de realizar esas actividades de acuerdo a la nueva rutina. Permítele saludar primero a los miembros de la familia que extrañó antes de presentarle al bebé ya que es seguro que sintió su ausencia. La introducción debe ser gradual y supervisada, preferiblemente con el bebé en su cuna o colecho.
Muchos entrenadores sugieren dejar que el perro huela los pies o la cabeza del bebé y hacer la presentación mientras éste se encuentra en brazos, pero será mejor permitirle acercarse de forma no directa y teniendo al bebé en un lugar seguro que él sepa que es una zona que no puede invadir. Para ello, es ideal que el bebé esté en una cuna u otro espacio elevado, no en el piso o en brazos. El momento de la presentación debe ser algo natural y gradualmente, para que el perro pueda acercarse, y mientras se mantenga calmado, se podrá regular su interacción siempre bajo supervisión.
Señales de estrés en tu perro
Esté atento a signos de estrés, como cambios de humor, lamerse en exceso, alejarse o hacer sus necesidades en lugares inapropiados. Si notas estos comportamientos, evita regaños y busca ayuda profesional para manejar la situación.
Se pueden emplear técnicas de relajación como masajes, cepillado, paseos (si no resultan estresantes), musicoterapia o aromaterapia. Además, es importante evitar la sobreprotección, ya que puede incrementar su ansiedad y hacer que se sienta más inseguro.
Espacios seguros
Define si tu perro tendrá acceso al cuarto del bebé, esto depende de varios factores como su personalidad y temperamento, su edad y experiencia previa con bebés y sobre todo de la dinámica familiar. Si decides permitirlo, introduce el espacio de manera gradual para reducir su ansiedad. Si prefieres mantenerlo fuera, asegúrate de que tenga un lugar cómodo y seguro donde pueda relajarse.
Fortalece el vínculo entre tu perro y el bebé
A medida que el bebé crezca, fomenta una relación armoniosa y respetuosa. Supervisa siempre sus interacciones y enséñales a ambos a respetar los espacios y momentos del otro. Actividades conjuntas como paseos y juegos fortalecerán el vínculo y crearán una relación positiva y segura.
Es importante fortalecer el vínculo para crear una relación armoniosa y segura, pero requiere de una supervisión constante y segura. “Está demostrado que los niños que crecen con animalitos en su entorno, son niños más seguros, con un sistema inmunológico mejor preparado, más empáticos, y si se enseñó a ambos una buena rutina, tendrán ambos mejores hábitos en su vida diaria.”
Consulta a un profesional
Cada perro y familia son únicos. Si encuentras dificultades durante el proceso de adaptación, busca el apoyo de un especialista en comportamiento canino para recibir asesoramiento personalizado. Con preparación y paciencia, tu perro y tu bebé podrán disfrutar de una convivencia saludable y llena de amor.
