Autor: Phd. Dr. Roger Limón, profesor de Pre y Posgrado en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UAGRM.
Elegir un alimento balanceado de calidad es fundamental para garantizar una vida sana, activa y longeva en nuestras mascotas. Sin embargo, esta elección no es universal: los requerimientos nutricionales dependen de factores como:
- La especie
- La edad
- El sexo
- El Estado fisiológico
- El Estado sanitario
- La raza
- Otros
Una vez identificadas estas necesidades individuales, se puede evaluar la calidad del alimento considerando cinco aspectos clave que garantizaran una nutrición adecuada, segura y saludable para su mascota:
A. Calidad de los Ingredientes
Fuentes de proteína:
Las proteínas pueden ser de origen vegetal o animal, pero no todas tienen el mismo valor biológico. Las de origen animal (huevo, carne, pescado, leche, etc.) son de mayor calidad, por lo que la proporción entre fuentes vegetales y animales impacta directamente en la calidad de proteína del alimento.
Fuentes de energía:
Al igual que las proteínas, las fuentes energéticas pueden ser vegetales o animales. Las grasas animales suelen tener un mayor valor energético y nutricional en comparación con las vegetales.
- Carbohidratos: Los carbohidratos provienen de ingredientes como arroz, maíz, trigo, avena o patatas. Idealmente, su inclusión no debería superar el 30 % del total del alimento.
- Grasas saludables: Provienen de aceites como el de pescado, linaza pollo, soya que aportan ácidos grasos esenciales.
- Fibra: Aunque no es una fuente de energía digestible, la fibra es esencial para una buena digestión. Se obtiene de ingredientes como la pulpa de remolacha o la fibra de avena.
B. Balance Nutricional
Perfil de nutrientes:
El alimento debe cumplir con las recomendaciones específicas para cada especie, etapa de vida, tamaño y condición de salud.
- Vitaminas y minerales: La fórmula debe incluir micronutrientes esenciales, liposolubles e hidrosolubles. Es importante que estos estén protegidos para mantener su actividad durante el almacenamiento. Además, los minerales (como calcio, fósforo, zinc, etc.) deben provenir de fuentes con buena disponibilidad. Tipos como óxidos, sulfatos o proteinatos tienen distinta absorción y eficacia en el organismo.
- Aditivos y conservantes: Deben ser seguros y en cantidades permitidas, y ser naturales o caso contrario certificados.
C. Certificación y Regulación
Normativas: El alimento debe cumplir con las regulaciones nacionales o internacionales (por ejemplo, FDA en EE. UU., ANVISA en Brasil, o normativas de la Unión Europea).
Etiquetado claro: La etiqueta debe indicar ingredientes, perfil nutricional, fecha de caducidad, instrucciones de alimentación y advertencias de almacenamiento.
D. Procesamiento y Seguridad
Procesamiento adecuado:
Un alimento bien formulado puede perder calidad si no se procesa correctamente. Factores como la molienda, mezclado, transporte de ingredientes, temperatura y humedad durante la fabricación afectan directamente el resultado final.
Estabilidad y conservación:
La conservación adecuada es clave para mantener frescura y seguridad. Se recomienda almacenar el alimento en un lugar seco, fresco y sin exposición directa a la luz. Además, es importante cerrar bien la bolsa tras cada uso para evitar la entrada de humedad, la pérdida de aromas o la oxidación de nutrientes.
E. Evaluación del Animal
Respuesta del animal:
La calidad del alimento se refleja en la salud general del animal: pelaje brillante, buena condición corporal, energía, digestión estable y heces de consistencia, olor y color adecuados. También puede reducir riesgos de alergias o intolerancias.
En resumen, un alimento balanceado de calidad combina ingredientes nutritivos, cumple con normativas, está bien formulado y procesado, y se adapta a las necesidades específicas de tu mascota. Siempre es recomendable consultar con un veterinario para escoger el mejor alimento según la edad, raza, condición de salud y estilo de vida del animal.