La dermatitis atópica canina es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel en los perros, también conocida como “la enfermedad de las alergias”. La doctora Mariela Flores Villegas, especialista en dermatología veterinaria, explica que esta afección está asociada principalmente con la producción de anticuerpos IgE, que reaccionan ante alérgenos ambientales. La reacción provoca inflamación en la piel, generando síntomas que, si no se tratan, pueden afectar gravemente el bienestar del animal.
Síntomas principales
Los síntomas más comunes incluyen enrojecimiento de la piel y rascado constante. No obstante, estas manifestaciones primarias suelen desencadenar problemas secundarios, como infecciones bacterianas o por levaduras, que generalmente aparecen en áreas como las patas, los oídos y la zona ventral (axilas, pecho y abdomen). Estos signos son clave para identificar la presencia de la enfermedad.
Diagnóstico
El diagnóstico de la dermatitis atópica es un proceso complejo que no se basa en una única prueba. En cambio, implica una combinación de observación clínica y la exclusión de otras enfermedades que pueden causar síntomas similares. La Dra. Mariela resalta la importancia de una historia clínica detallada y un análisis minucioso de los signos clínicos del paciente.
“Nos apoyamos en los ‘criterios de Favrot’, un conjunto de pautas específicas para esta enfermedad. Saber utilizarlos correctamente es fundamental para un diagnóstico certero”, señala la Dra. Mariela.
Tratamiento multimodal
Debido a su complejidad, el tratamiento de la dermatitis atópica se basa en un enfoque multimodal. Esto significa que se emplean diferentes estrategias de manejo, que incluyen:
- Control de la inflamación: Uso de medicamentos para reducir la inflamación de la piel.
- Tratamiento de infecciones secundarias: Antibióticos o antifúngicos orales o tópicos según sea necesario.
- Protección de la barrera cutánea: Productos específicos que ayudan a reforzar la piel y prevenir nuevas recaídas.
- Control de factores ambientales: Minimización de la exposición a alérgenos que puedan desencadenar la inflamación.
Pronóstico
Es importante que los propietarios comprendan que la dermatitis atópica es una enfermedad crónica, lo que significa que los perros pueden requerir tratamiento y seguimiento durante toda su vida. Los primeros síntomas suelen aparecer entre los 6 meses y los 3 años de edad, y aunque la inflamación puede persistir, un manejo adecuado puede permitir que los perros afectados lleven una vida normal.
“Es muy importante que el tutor o propietario de la mascota entienda esta condición y sepa manejarla para poder cuidar adecuadamente al animal”, señala la doctora Mariela.
Avances en el tratamiento
El tratamiento de la dermatitis atópica ha avanzado notablemente en los últimos años. Entre las innovaciones más destacadas se encuentran:
- Terapia de anticuerpos monoclonales: Estos medicamentos bloquean la inflamación a nivel celular y son ideales para tratamientos a largo plazo debido a sus pocos efectos secundarios.
- Fortalecimiento de la barrera cutánea: Es fundamental mantener una piel sana, ya que su fortalecimiento ayuda a reducir las recaídas.
- Prueba de alergias (test Prick): Esta herramienta ayuda a identificar los alérgenos específicos que provocan la inflamación, lo que permite personalizar el tratamiento.
Recomendaciones
La Dra. Mariela insta a los tutores a no ignorar los signos de rascado excesivo o lamido compulsivo, ya que estos comportamientos pueden ser indicativos de una enfermedad subyacente.
“No debemos conformarnos con un diagnóstico superficial de problemas de piel crónicos. Es crucial acudir a un especialista en dermatología veterinaria para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado”, concluye la doctora.
La detección temprana y el tratamiento continuo son clave para mejorar la calidad de vida de los perros con dermatitis atópica, permitiéndoles vivir de manera saludable y feliz a largo plazo.
Médico veterinaria, Mariela Flores Villegas – Veterinaria Vidapet