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El cáncer de mama en perras, un problema que necesita atención urgente

El cáncer de mama es una de las neoplasias más frecuentes en perras, particularmente en hembras no esterilizadas o aquellas que fueron esterilizadas en una etapa tardía. La edad de presentación promedio es de siete años o más, lo que resalta la necesidad de monitorear estrechamente a las perras adultas.

Importancia de la detección temprana

Samuel Ángel Roca, médico veterinario especializado en oncología en la clínica VidaPet de Santa Cruz, subraya la relevancia de una intervención oportuna. “El diagnóstico temprano es clave en la prognosis del cáncer mamario en perras. La palpación periódica de la cadena mamaria por parte del propietario o el veterinario es esencial para identificar masas en etapas iniciales, cuando la intervención tiene mejores resultados”.

La identificación de tumores mamarios suele comenzar con la palpación física, tanto en consultas veterinarias de rutina como en evaluaciones realizadas por los propietarios. Estas masas, que pueden ser sólidas y no dolorosas al principio, se localizan generalmente en la cadena mamaria, presentándose de manera única o múltiple. A medida que el tumor crece, puede ulcerarse o infiltrarse en tejidos adyacentes.

Progresión clínica y diagnóstico

En su forma más avanzada, la neoplasia mamaria puede progresar a un carcinoma maligno con alta capacidad de metástasis, afectando órganos vitales como el pulmón, hígado o corazón. “Un error común es subestimar las masas pequeñas y aparentemente no dolorosas, lo que permite que la enfermedad avance sin intervención”, advierte Roca. El crecimiento acelerado, la ulceración y la infiltración de estructuras profundas suelen indicar un mal pronóstico.

El diagnóstico definitivo se logra mediante estudios citológicos y/o histopatológicos. La citología, obtenida mediante punción aspirativa con aguja fina (PAAF), es una herramienta inicial para determinar la naturaleza del tumor, proporcionando información celular preliminar sobre su benignidad o malignidad. En casos de masas complejas, se recomienda una biopsia incisional, que permite un análisis histopatológico más profundo y preciso del tejido afectado.

Tratamiento y manejo

El tratamiento del cáncer de mama en perras varía según el tipo y la etapa de la neoplasia. La mastectomía, que puede ser unilateral o bilateral, es el abordaje quirúrgico más común, y debe considerarse el estándar de oro en tumores resecables sin metástasis. “Es fundamental evaluar previamente la extensión del tumor mediante estudios de imagen para determinar si existe diseminación metastásica”, explicó Roca.

En casos de cáncer avanzado o metástasis confirmada, el protocolo se complementa con quimioterapia adyuvante, utilizando fármacos como doxorrubicina o carboplatino, que han demostrado ser efectivos en reducir la diseminación y mejorar el pronóstico.

En situaciones en las que el tumor es inoperable o la paciente no tolera tratamientos agresivos, los cuidados paliativos son una opción para controlar el dolor y mantener una calidad de vida aceptable. Estos incluyen el manejo del dolor con AINEs, opioides o radioterapia paliativa.

Prevención: el papel de la esterilización temprana

La esterilización temprana es una medida preventiva clave para reducir significativamente el riesgo de neoplasias mamarias. Estudios recientes muestran que realizar una ovariohisterectomía antes del primer celo disminuye el riesgo de tumores mamarios en más del 90%. “La influencia hormonal es determinante en el desarrollo de estas neoplasias, por lo que es importante que los propietarios tomen decisiones informadas sobre la esterilización de sus perras”, agregó Roca.

Factores predisponentes y consideraciones especiales

Roca también destacó el impacto de factores predisponentes, como la presencia de ovarios intactos o el uso de inyecciones anticonceptivas, que pueden aumentar el riesgo de desarrollar neoplasias mamarias. “El uso de fármacos anticelo está asociado con un mayor riesgo de tumores hormonodependientes, por lo que se recomienda un manejo reproductivo cuidadoso en perras que no se destinan a la reproducción”.

Conclusión

El cáncer de mama en perras es una patología multifactorial que requiere un enfoque integral para su diagnóstico, tratamiento y prevención. La combinación de diagnóstico temprano, intervenciones quirúrgicas adecuadas y, en algunos casos, quimioterapia, puede mejorar significativamente el pronóstico de las pacientes.

En la clínica VidaPet, aproximadamente el 67% de las consultas oncológicas en perras están relacionadas con tumores mamarios, lo que refleja la prevalencia de esta enfermedad. Sin embargo, la esterilización temprana sigue siendo la medida preventiva más eficaz para minimizar el riesgo de aparición de tumores mamarios.

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