Como cualquier ser vivo, los perros también envejecen. Ese pequeño cachorro que llegó a tu vida hace años ahora es un perro anciano que requiere cuidados específicos para mantenerse sano y feliz. Aunque las necesidades pueden variar según la raza, los pilares del cuidado incluyen una buena alimentación, ejercicio moderado y descanso adecuado. Además, es importante estimular sus sentidos para mantener activa su vista, oído y olfato.
¿Cuándo se considera a un perro anciano?
Generalmente, un perro se considera anciano a partir de los 10 años, aunque esto depende de su raza. Según el Dr. Luciano Alberto Ribera, médico veterinario y zootecnista, la esperanza de vida promedio de un perro es de 12 años. Sin embargo, las razas grandes suelen envejecer más rápido, mientras que las pequeñas pueden vivir hasta 20 años.
Edad promedio de envejecimiento según el tamaño de la raza:
- Razas pequeñas y miniatura: 10 a 12 años
- Razas medianas: 9 a 10 años
- Razas grandes: 6 a 7 años
- Razas gigantes: desde los 5 años
Síntomas del envejecimiento en los perros
El Dr. Ribera explica que los perros, al igual que las personas, muestran cambios físicos y de comportamiento con la edad. Estas son algunas señales comunes a las que debes prestar atención:
Cambios en el comportamiento:
- Menor energía y actividad.
- Alteraciones en los patrones de sueño
- Cambios en la interacción social.
- Ansiedad aumentada.
- Cambios en el apetito.
- Desorientación o pérdida de interés.
Señales físicas:
- Cambios en los hábitos urinarios e intestinales.
- Pérdida de calidad en el pelaje.
- Tendencia a la obesidad.
- Caída de dientes.
- Dolor o rigidez articular.
- Problemas de visión.
- Aparición de bultos o protuberancias bajo la piel.
Consejos para cuidar a tu perro anciano
El Dr. Ribera destaca que una dieta equilibrada, un ambiente confortable y estimulación cognitiva son esenciales para mejorar la calidad de vida de un perro en la tercera edad.
“De este modo, aumentarás su esperanza de vida y lograrás que sea de calidad”, subraya.
Asegurate de ofrecerle una alimentación adaptada a su edad, visitas regulares al veterinario y mucho amor. Mantén su mente activa con juegos sencillos y su cuerpo en movimiento con paseos suaves. Así, tu compañero disfrutará de una vejez plena y feliz.