
Durante su exposición “Mitos y principales errores en la obtención de muestra y su remisión al laboratorio”, desarrollada en el Seminario Alimenta 2025, la médico veterinario zootecnista Carmiña Salazar, docente de Patología Clínica en la UAGRM, enfatizó que una muestra óptima es el pilar de un diagnóstico certero. Los errores cometidos antes del análisis lo que se conoce como fase preanalítica son una de las causas más frecuentes de resultados erróneos y diagnósticos incorrectos.
La fase preanalítica: el primer paso crítico
La fase preanalítica comprende todos los procedimientos previos al análisis: desde la selección del material y la técnica de extracción, hasta el volumen, conservación y transporte de la muestra. Cada uno de estos pasos, si no se ejecuta correctamente, puede alterar la calidad del análisis y comprometer la interpretación clínica.
Errores frecuentes y sus consecuencias
Uno de los errores más comunes es la hemólisis in vitro, ocasionada por una punción traumática, el uso de agujas demasiado finas o una manipulación brusca.
Entre sus consecuencias se observan:
- Falsos eritrocitos bajos.
- Hematocrito alterado.
Para evitarlo, la especialista recomienda utilizar agujas calibre 21 o 20G, realizar un muestreo suave y cuidadoso, y analizar la muestra de inmediato.
Otro error frecuente es el volumen inadecuado de sangre en relación con el anticoagulante. Si la proporción no es la correcta, pueden formarse coágulos o microcoágulos, lo que altera significativamente los resultados del hemograma.
También se mencionó la lipemia posprandial, que ocurre cuando no se respeta el ayuno previo antes de la toma de muestra. Esta condición modifica valores como los triglicéridos y las proteínas totales, generando resultados falsamente elevados.
El éxito de un diagnóstico clínico no depende únicamente del criterio del profesional o de la tecnología disponible en el laboratorio, sino de un punto de partida esencial: la muestra. Su correcta obtención y manejo determinan la confiabilidad del resultado final.
El impacto del estrés en el paciente
La Dra. Salazar recordó que el estrés durante la toma de muestra puede influir en los parámetros hematológicos y bioquímicos. El aumento del cortisol y de las catecolaminas puede alterar valores como la glucemia o provocar neutrofilia por estrés, interfiriendo en la interpretación clínica. Por eso, recomienda un manejo tranquilo, con contención suave y personal capacitado.
Remisión y manipulación posterior
Una vez obtenida la muestra, el proceso no termina ahí. La remisión al laboratorio debe hacerse con cuidado para evitar alteraciones por tiempo o temperatura. La experta enfatizó la importancia de centrifugar el suero dentro de los 30 minutos posteriores a la toma, y de mantener la muestra refrigerada adecuadamente si no se analiza de inmediato.
Formación continua y estandarización
Para la doctora Salazar, reducir los errores preanalíticos depende directamente de la formación técnica continua y la estandarización de protocolos dentro de las clínicas y laboratorios veterinarios. “La precisión en la toma de muestras es una responsabilidad ética y profesional. Implementar protocolos rigurosos y capacitar continuamente al equipo clínico marca la diferencia entre un resultado confiable y uno engañoso”.
Estandarizar la fase preanalítica no solo mejora la calidad del diagnóstico, sino que reduce costos, evita tratamientos innecesarios y mejora el bienestar animal. Cada muestra debe considerarse una herramienta diagnóstica con valor científico, no un simple trámite previo al análisis.

