Artículos Cuidados gatos

Hígado graso felino: causas, diagnóstico y tratamiento

Por: Médico veterinario Henry Toledo

El hígado graso felino, también conocido como lipidosis hepática, es una de las enfermedades hepáticas más comunes en los gatos. Se caracteriza por la acumulación excesiva de triglicéridos en los hepatocitos, lo que puede comprometer la función hepática y, si no se trata a tiempo, poner en riesgo la vida del paciente.

Causas y factores de riesgo

La lipidosis hepática puede desarrollarse por diversas razones, pero generalmente está relacionada con una pérdida abrupta de apetito en el gato. Algunas de las principales causas incluyen:

  • Obesidad: los gatos con sobrepeso tienen mayor predisposición a desarrollar la enfermedad.
  • Estrés: cambios en el entorno, mudanzas, nuevos miembros en la familia o la ausencia prolongada del tutor pueden desencadenar una pérdida de apetito y, en consecuencia, lipidosis hepática.
  • Enfermedades subyacentes: diabetes mellitus, enfermedades inflamatorias intestinales, pancreatitis, infecciones sistémicas o neoplasias pueden ser factores predisponentes.
  • Ayuno prolongado: periodos de más de 3 a 4 días sin alimentación pueden llevar a la movilización masiva de grasa hacia el hígado, afectando su metabolismo.
  • Ictericia:  una condición que hace que la piel y las partes blancas de los ojos se vuelvan de color amarillo. También puede afectar el color de la orina y de las heces. 
  • pérdida de peso:  es un síntoma, ya que el hígado es un órgano vital para el aparato digestivo. 

Diagnóstico

El diagnóstico se basa en la combinación de signos clínicos y pruebas complementarias:

  • Ecografía: Permite evaluar el tamaño y la morfología del hígado.
  • Hemograma: Puede revelar anemia frecuente en estos pacientes.
  • Bioquímica sanguínea: La elevación de la fosfatasa alcalina (2 a 3 veces su valor normal) y valores normales de gama-glutamil transferasa son indicadores clave.
  • Radiografía: Puede mostrar aumento de tamaño hepático debido a la acumulación de grasa.
  • Evaluación clínica: Signos como anorexia, letargo, pérdida de peso y pelaje descuidado pueden indicar la enfermedad.

Tratamiento

El manejo de la lipidosis hepática se enfoca en restablecer la ingesta alimentaria y brindar soporte hepático:

  • Alimentación asistida: Si el gato no come por sí solo, se recomienda el uso de sonda nasogástrica para suministrar una dieta balanceada.
  • Manejo nutricional: Se administran alimentos ricos en proteínas y grasas controladas, según el requerimiento individual del paciente.
  • Monitoreo constante: El pronóstico es reservado y depende de la respuesta al tratamiento y la posible presencia de enfermedades subyacentes.

La lipidosis hepática felina es una condición grave, pero con un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno, la recuperación es posible.

Duda Anzoátegui

Duda Anzoátegui

About Author

Te puede interesar

Cuidados Cuidados gatos Cuidados perros

Cómo actuar en casos de intoxicación de nuestras mascotas

Cuando un perro, especialmente si es cachorro, se convierte en parte de nuestra familia, se convierte en un ser querido
Cuidados Cuidados gatos Cuidados perros

Las mascotas merecen que sus dueños sean expertos en nutrición

María Teresa Gamboa, gerente técnica de Central de Insumos y comunicadora científica de Royal Canin Bolivia, fue la encargada de
Abrir chat
💬 ¿Necesitas ayuda?
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?