La dermatitis atópica canina (DAC) es una enfermedad crónica que afecta no solo la salud y el bienestar de los perros, sino también la calidad de vida de sus tutores. La frustración, la tristeza y el estrés financiero son solo algunas de las consecuencias que enfrentan quienes conviven con un perro atópico.
Un estudio reciente, realizado con 98 perros diagnosticados con DAC y sus dueños, analizó cómo la enfermedad influye en el estado emocional de los tutores y en la economía del hogar. La investigación encontró que el 80% de los propietarios experimentan sentimientos de tristeza o frustración debido a la condición de sus mascotas, mientras que cerca del 48% reportó que la enfermedad afecta directamente su calidad de vida.
La doctora Mariela Flores, médica veterinaria especializada en dermatología, confirma esta realidad y enfatiza el fuerte vínculo que existe entre las mascotas y sus tutores. “El bienestar de un perro impacta directamente en sus dueños. Es común que los tutores de perros con dermatitis atópica se sientan agotados por el proceso de tratamiento y la incertidumbre de la enfermedad”, explica.
Una enfermedad que exige tiempo, esfuerzo y recursos
El estudio reveló que los perros incluidos en la investigación ya recibían tratamientos como glucocorticoides, inmunoterapia, ciclosporina, antibióticos, antifúngicos, ácidos grasos esenciales, champús terapéuticos y antihistamínicos. Sin embargo, la efectividad de estos tratamientos varía según cada caso, lo que implica ajustes constantes y un seguimiento veterinario riguroso.
La doctora Flores advierte que este manejo prolongado genera una carga emocional y financiera considerable. “El tratamiento requiere compromiso y constancia. Muchos tutores se sienten abrumados porque no es algo que se resuelve con una única medicación; es un trabajo diario que implica tiempo, esfuerzo y dinero”, señala.
El estudio también encontró que el impacto emocional en los tutores está directamente relacionado con la gravedad de la dermatitis y el nivel de apego con sus perros. Por ejemplo, el 62% de los tutores cuyos perros tenían una dermatitis severa (CADESI superior a 60) y el 58% de aquellos con un vínculo muy estrecho con su mascota (OPRS superior a 3) manifestaron que la enfermedad afectaba su bienestar.
Cómo sobrellevar la DAC sin que afecte el vínculo
A pesar de los desafíos que implica la enfermedad, el estudio reveló que el 90% de los tutores mantienen intactos sus sentimientos de amor y compromiso con sus perros. Solo el 10% de los encuestados reportó que la DAC había afectado negativamente su relación con su mascota.
Para minimizar el impacto emocional y facilitar el manejo de la enfermedad, la doctora Flores recomienda un enfoque integral. “Es clave contar con la guía de un especialista veterinario. Un diagnóstico preciso y un tratamiento bien planificado pueden mejorar significativamente la calidad de vida del perro y reducir el estrés del tutor”, afirma.
Si bien la dermatitis atópica es una condición crónica, con el tratamiento adecuado es posible controlar los síntomas y permitir que los perros lleven una vida plena. “Un perro con DAC bien tratado puede ser un perro feliz, y eso también se traduce en la tranquilidad y bienestar de su tutor”, concluye Flores.
En definitiva, la DAC no solo afecta a los perros que la padecen, sino a todo su entorno. Por ello, es fundamental abordarla con un enfoque integral, combinando el tratamiento médico con estrategias que ayuden a los tutores a sobrellevar la carga emocional y económica que implica la enfermedad.