La queratomalacia es una enfermedad ocular aguda que se caracteriza por el resecamiento de la córnea, frecuentemente asociada a inflamación. Esta condición grave puede comprometer la visión de los gatos si no se trata a tiempo.
La úlcera corneal es una de las lesiones oculares más comunes en las mascotas, y se caracteriza por la pérdida de una o varias capas de la córnea debido a heridas superficiales. Esta afección provoca dolor y presenta síntomas visibles como enrojecimiento del ojo, cierre parcial o completo del párpado, rascado frecuente y sensibilidad a la luz.
Alan Väter, especialista en oftalmología veterinaria de Argentina, explica que los casos graves de úlcera corneal pueden evolucionar hacia la queratomalacia, una condición seria que afecta especialmente a los gatos. “La queratomalacia se caracteriza por la disolución progresiva de la córnea, la capa transparente que cubre la parte frontal del ojo. Este trastorno está estrechamente relacionado con la deficiencia de vitamina A en la dieta”, señaló Väter.
“La queratomalacia es un proceso agudo que genera queratitis (inflamación de la córnea) y requiere atención inmediata. Si no se trata, el estroma —una de las capas de la córnea— puede degradarse, lo que aumenta el riesgo de perforación y, en casos extremos, la pérdida total del globo ocular”, advirtió el veterinario, subrayando la urgencia de un tratamiento oportuno.
Síntomas y tratamiento de la úlcera corneal
Entre los síntomas más comunes de la úlcera corneal se encuentran el enrojecimiento del ojo, la sensación de cuerpo extraño, dolor o malestar, visión borrosa y una mayor sensibilidad a la luz. El tratamiento depende de la causa y la gravedad de la lesión, pero algunas opciones incluyen:
- Lágrimas artificiales para aliviar la sequedad y el malestar.
- Medicamentos tópicos para reducir la inflamación y promover la cicatrización de la córnea.
- Antibióticos en caso de infección bacteriana asociada a la lesión.
Es fundamental tratar la causa subyacente de la úlcera, ya sea un problema sistémico o factores ambientales que puedan estar contribuyendo a la afección ocular.
Väter enfatizó la importancia de acudir a un oftalmólogo veterinario para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado. La intervención temprana es clave para prevenir complicaciones graves y garantizar la recuperación de la visión del animal.