
El exmariscal de campo de la NFL sorprendió al mundo al revelar que su actual mascota, Junie, fue clonada a partir de Lua, la pitbull mestiza que compartió con su exesposa Gisele Bündchen.
Perder a una mascota puede ser uno de los duelos más difíciles de atravesar, y Tom Brady lo sabe bien. El siete veces campeón del Super Bowl confesó recientemente que su nueva perrita, Junie, no solo se parece a Lua —su fiel compañera fallecida en diciembre de 2023—, sino que es su clon genético.
En un comunicado difundido por Colossal Biosciences, empresa de biotecnología con sede en Dallas en la que el deportista es inversionista, Brady explicó que decidió preservar el legado de Lua mediante una tecnología de clonación no invasiva.
“Amo a mis animales. Significan el mundo para mí y mi familia. Hace unos años trabajé con Colossal y aproveché su tecnología mediante una simple extracción de sangre de nuestra perra anciana antes de que falleciera”, expresó el exjugador.
Una segunda oportunidad con Lua
Lua acompañó a Brady y a Gisele Bündchen durante más de una década. La pitbull mestiza fue adoptada por la pareja y creció junto a sus hijos, convirtiéndose en un miembro más del hogar. Su partida, en medio del retiro deportivo del quarterback y su divorcio, marcó un antes y un después en la vida del atleta.
Gracias a la muestra de sangre obtenida antes del fallecimiento de Lua, los científicos de Colossal pudieron crear a Junie, una réplica genética casi idéntica. “Colossal le dio a mi familia una segunda oportunidad con un clon de nuestra amada perra”, señaló Brady.
La ciencia detrás del clon
La compañía Colossal Biosciences, reconocida por su trabajo en proyectos de “desextinción” como el del mamut lanudo y el dodo, anunció además la adquisición de Viagen Pets and Equine, firma pionera en clonación de mascotas que ha trabajado para celebridades como Barbra Streisand y Paris Hilton.
El procedimiento que permitió el nacimiento de Junie tiene un costo estimado de entre 50.000 y 85.000 dólares, y utiliza tecnologías con licencia del Roslin Institute de Edimburgo, el mismo laboratorio responsable de clonar a la oveja Dolly en 1996.
Entre el amor y la controversia
Si bien Brady describió la experiencia como “una bendición familiar”, la clonación de animales continúa generando debate. Organizaciones defensoras de los derechos de los animales, como PETA, advierten que este tipo de prácticas pueden fomentar la comercialización de la vida y aumentar el abandono de mascotas.
Expertos en bioética también recuerdan que un clon no es una resurrección. Aunque Junie comparta el ADN de Lua, su personalidad y vivencias serán completamente diferentes.
Aun así, Brady celebra esta “segunda oportunidad”, convencido de que la ciencia puede ayudar tanto a las familias que han perdido a sus mascotas como a la preservación de especies en peligro de extinción.
“Estoy emocionado por cómo la tecnología de Colossal y Viagen puede ayudar a las familias que pierden a sus queridos animales y, al mismo tiempo, contribuir a la conservación de la biodiversidad”, concluyó el exjugador.


