Una fístula oronasal en perros es una comunicación anormal entre la boca y la nariz. Puede ser congénita o adquirida. El doctor Samuel Roca, médico veterinario, explica que esto puede darse por un paladar hendido, a causa de enfermedades dentales, tumoraciones, así como por accidentes que impliquen mordidas o traumatismos que hayan dañado el paladar.
Entre los síntomas de una fístula oronasal, los perros afectados suelen estornudar constantemente, presentar descargas nasales, tener mal olor en la boca o la nariz y mostrar molestias o dolor al comer o tomar agua.
Evaluación
Una adecuada evaluación física debería ser suficiente para diagnosticar una fístula oronasal, ya que permite explorar el paladar y confirmar la comunicación con la vía nasal. Sin embargo, si se requiere una herramienta de diagnóstico adicional, los rayos X pueden ser de gran utilidad.
El doctor Roca señala que la única solución efectiva para estos casos es la cirugía mediante colgajos de avances. “Antes de intervenir, siempre hay que hacer una buena anamnesis, una evaluación física completa y elegir los análisis complementarios adecuados para garantizar el éxito de la cirugía, tanto en quirófano como en el postoperatorio”, explica el especialista.
Técnicas quirúrgicas
El objetivo de la cirugía es el cierre de la fístula, lo que se logra mediante colgajos de avances. La destreza del cirujano es fundamental para cubrir el espacio afectado y asegurar que el tejido se regenere adecuadamente.
Uno de los principales riesgos de la cirugía es que la cicatrización no se logre en la primera intención, lo que podría requerir una segunda intervención. Para evitar esto, es fundamental un adecuado manejo previo a la cirugía, que incluye buenos análisis, condiciones óptimas del paciente, una alimentación adecuada en el postoperatorio, higiene y control del estrés.
Recomendaciones
Es crucial realizar una evaluación física óptima y una inspección minuciosa de la cavidad oral. Esta exploración debe llevarse a cabo de manera metódica y detallada en todas las consultas veterinarias.
El doctor Roca presenta tres casos de perros con fístula oronasal:
- Caso de paladar hendido congénito: Un cachorro que no desarrolló correctamente el paladar hendido debido a la falta de fusón de los arcos palatinos. “Es un caso muy complicado, ya que estos cachorros tienden a broncoaspirarse al mamar o al ser alimentados con biberón. Se podría realizar una cirugía inmediata, pero los riesgos serían altísimos”, señala el especialista.
- Caso de fístula oronasal por periodontitis avanzada: Una perrita Yorkshire Terrier de edad avanzada desarrolló una fístula debido a una infección severa en los colmillos. “En este caso, se procedió al retiro de ambas piezas dentales y se realizó un colgajo de avance para cerrar la comunicación”, explica el doctor Roca.
- Caso de fístula oronasal por tumoraciones: En algunos casos, tumores como el Tumor Venéreo Transmisible (TVT) pueden destruir el paladar y generar una comunicación entre la boca y la nariz. En estas situaciones, también se requiere una cirugía con colgajos de avances para reparar el defecto.
En todos los casos, el procedimiento quirúrgico adecuado es el uso de colgajos de avances para lograr un cierre exitoso de la fístula y mejorar la calidad de vida del paciente.