Por Jesús Dueñas, Médico Veterinario
Las infecciones bacterianas en la piel, conocidas como piodermas, son comunes en la práctica veterinaria. Sin embargo, su tratamiento ha evolucionado significativamente, y Jesús Dueñas, médico veterinario, nos presenta una actualización fundamental para abordar estas patologías de manera efectiva, enfocándose en el uso de terapias tópicas y antibióticos sistémicos.
La barrera cutánea: el estrato granuloso como clave
Uno de los factores más importantes para tratar la pioderma es la restauración de la barrera cutánea. Dueñas destaca la importancia del estrato granuloso, donde se forman lípidos, ácidos grasos y ceramidas. Un equilibrio adecuado de estos elementos es crucial para la salud de la piel del animal. La terapia de baños con productos adecuados es un componente clave, recomendándose un mínimo de siete baños para asegurar la recuperación de la barrera cutánea en pacientes con pioderma.
Antibióticos tópicos: características y beneficios
Los antibióticos tópicos son esenciales en el tratamiento de piodermas superficiales. Para garantizar su eficacia, Dueñas destaca ciertas características que deben tener estos productos:
- Bactericida de amplio espectro: Su capacidad para eliminar una gran variedad de bacterias es fundamental.
- Efecto antibacteriano persistente: Esto asegura que la piel esté protegida incluso después de la aplicación.
- Baja capacidad de inducir resistencia: Un punto crítico para evitar el desarrollo de bacterias resistentes.
- Baja incidencia de alergias y toxicidad: El animal tiende a lamerse constantemente, por lo que es vital que el antibiótico sea seguro para su ingesta accidental.
- Penetración en piel y costras: Una penetración efectiva permite atacar la infección en capas más profundas de la piel.
Además, un antibiótico tópico adecuado debe tener un bajo costo y baja importancia en la salud humana para evitar su mal uso en humanos, especialmente ante la creciente resistencia a los antibióticos.
Diagnóstico y tratamiento integral
El éxito de un tratamiento para la pioderma depende de un diagnóstico certero. Según Dueñas, este debe realizarse mediante citología cutánea. Si no hay mejoría después de cinco días de tratamiento, se debe reconsiderar el diagnóstico, ya que podría tratarse de una resistencia bacteriana.
Un tratamiento efectivo debe seguir estos pasos:
- Diagnóstico correcto de la pioderma.
- Selección de un antibiótico apropiado.
- Administración correcta en dosis, frecuencia y duración.
- Tratamiento tópico complementario.
- Tratamiento de enfermedades de base que puedan estar influyendo en la pioderma.
La importancia del tratamiento tópico
El tratamiento tópico es particularmente eficaz para las piodermas superficiales, minimizando el uso de antibióticos sistémicos y reduciendo el riesgo de resistencia. Dueñas enfatiza que su uso no solo complementa la terapia antibiótica oral, sino que puede reducir su duración en un 20-25% si se combinan con baños antibacterianos dos veces por semana.
Productos tópicos recomendados incluyen soluciones como:
- Hipoclorito de sodio.
- Sulfato de magnesio.
- Loción de caléndula, té verde y equinácea.
- Clorhexidina (0.5-4%).
- Ácido hipocloroso.
- Cannabis medicinal.
El tratamiento de las piodermas caninas debe ser integral, combinando antibióticos sistémicos y tratamientos tópicos para garantizar una recuperación completa y reducir el riesgo de resistencia. La clave está en un diagnóstico temprano, la selección adecuada del antibiótico y el uso complementario de terapias tópicas, lo que optimiza la salud de la piel del paciente y acelera la resolución de las infecciones.